Este artículo trata sobre la crónica periodística; explica qué es, muestra una lista de sus características principales, describe su estructura típica y enumera algunas de las ramas en que se divide.
Qué es una crónica
La palabra crónica tiene sus orígenes en el griego cronos, o sea “tiempo”. Esto nos lleva a decir que una crónica es la narración detallada de un hecho siguiendo un orden cronológico. Esta narración puede ser oral (como las que escuchamos en la radio o vemos por televisión) o escrita (por ejemplo las que leemos en sitios de Internet o en medios impresos como los periódicos).
Al periodista encargado de realizar una crónica se lo llama “cronista”.
Existen dos tipos bien diferenciados de crónica: la periodística y la literaria. En este artículo desarrollaremos la periodística; para ver información sobre la crónica literaria, mira esta otra entrada.
Características de la crónica periodística
- Es una narración que sigue un orden cronológico.
- Puede exponerse de forma oral o de forma escrita.
- Relata una noticia real, es decir no-ficticia, de manera detallada, ordenada y aportando la mayor cantidad posible de datos.
- En una crónica periodística debe contarse qué ocurrió, dónde ocurrió, cuándo ocurrió y quiénes protagonizaron los hechos que se cuentan.
- Del punto anterior se desprende que el cronista debe estar muy bien informado de todos los pormenores.
- Aunque el cronista puede ser imparcial y objetivo, la crónica es un género que se presta a la subjetividad del cronista, que tiene libertad para dar su visión personal de los hechos.
- La crónica periodística puede dividirse en ramas según su temática, como por ejemplo la crónica de sociedad, la crónica de guerra, la crónica deportiva, etc.
- Da mucha importancia al testimonio de testigos presenciales, es decir, de la gente que estuvo en el lugar de los hechos cuando estos ocurrieron.
- Es la rama más antigua del periodismo. Ya en la Edad Media los romanos y los griegos narraban sus conquistas mediante crónicas. Y también, aunque con tintes más literarios, los colonizadores españoles se valieron de sus crónicas de Indias para narrar el descubrimiento y conquista del territorio americano.
- La crónica es un género periodístico, pero también literario.
Estructura de la crónica periodística
Aunque el cronista posee libertad para estructurar su crónica como mejor le parezca, se puede decir que, por lo general, suele hacerse del siguiente modo:
- Entrada: suele ser un título o frase de presentación. Se busca que sea concisa y muy expresiva para que llame la atención de los receptores.
- Cuerpo o noticia: es la exposición y desarrollo de los hechos. Esta exposición debe ser en todo momento realista y debe incorporar cada uno de los acontecimientos producidos. En general se usa un lenguaje sencillo y directo, evitando las frases complicadas y palabras infrecuentes.
- Comentario o conclusión: Es un breve comentario del cronista, en general en tercera persona, que sirve de cierre y reflexión. Es usual que esta parte sea más subjetiva, porque el cronista tiene la libertad de mostrar su postura frente a los hechos.
Ramas de la crónica periodística
Dentro de la crónica periodística podemos encontrar subdivisiones según su temática. Las que detallamos a continuación son algunas de las más habituales:
- La crónica de sociedad: se basa en los datos evolutivos y progresistas de la sociedad en sus distintos ámbitos, ya sean políticos, geográficos o tecnológicos.
- La crónica de guerra: es un relato, generalmente contado con crudeza, de los acontecimientos y desenlaces de enfrentamientos sangrientos entre naciones.
- La crónica negra: se orienta especialmente a la narración de algún hecho de índole criminal, y su desenlace.
- La crónica deportiva: está asociada a los comentarios de actividades deportivas, y pueden abordar todo tipo de deportes.
- La crónica cultural: detalla el desarrollo de algún evento cultural relacionado a la literatura, la música, la pintura, etc.
Crónicas blancas y crónicas amarillas
Dentro de la crónica periodística puede hacerse una distinción según su objetividad o subjetividad. Cuando la crónica es absolutamente imparcial y no persigue otro fin que el de informar, entonces estamos ante una crónica blanca.
En cambio, cuando la crónica es parcial, se trata de una crónica amarilla. En este tipo de crónicas son comunes las exageraciones y la información sesgada con el fin de provocar un impacto en el receptor de la noticia.